
La visita a Sant Miquel del Fai se inicia en la plaza de la Abadía, ante la cual se alza la casa del Priorat. El edificio, muy bien conservado, es un buen ejemplo del gótico catalán. Más adelante nos encontramos con la iglesia de San Miguel, adentrada en una cueva y la mayor iglesia troglodita del país. Construida en el siglo X, cuenta con una hermosa portalada románica formada por un arco de medio punto. La siguen un pequeño museo y una sala de audiovisuales. Posteriormente nos encontraremos con el enorme salto de agua del río Tenes y, siguiendo por el itinerario, se llega hasta la ermita de San Martín construida en el siglo IX.
Foto: Carlos Iborra (flickr)
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